El organismo internacional elevó al 3% el crecimiento esperado para este año del PBI global, aunque mantuvo algunas advertencias.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró sus proyecciones para la economía mundial y para América Latina, si bien mantiene ciertas advertencias respecto del desarrollo de las previsiones. ¿Cómo le fue a Uruguay en este nuevo pronóstico?
Tras haber ajustado a la baja las proyecciones en abril —a un 2,8%—, el FMI volvió a mejorar las perspectivas económicas globales para este año a un crecimiento del 3%. Sin embargo, todavía entiende que este avance es “débil” y avisa de riesgos que pueden impactar profundamente en un recorrido positivo. En tanto, las estimaciones para 2024 se mantienen iguales de momento, con un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI)global calculado también en 3%.
Entre los aspectos positivos que impulsaron las proyecciones, el Fondo destaca el fin de la pandemia de Covid-19 y la recuperación de las cadenas de suministro, y también valora que se resolvieran cuestiones como el acuerdo sobre el techo de la deuda estadounidense o las crisis bancarias en Estados Unidos y Suiza sin que el sistema financiero en general se viese afectado.
En contrapartida, hace hincapié en que las “fuerzas” que “dificultaron” el crecimiento durante el 2022 todavía persisten este año. Sobre todo, la inflación que continúa alta, y la consiguiente política restrictiva de los bancos centrales. Además, el FMI señala en su informe que los alimentos y la energía podrían encarecerse de nuevo por la guerra de Ucrania, sobre todo por la reciente suspensión por parte de Rusia del acuerdo que permitía la salida por mar del grano ucraniano.
Otras advertencias son las futuras vulnerabilidades del sistema financiero y un escenario en el que China crezca menos de lo esperado.
¿Qué sucederá en Uruguay?
Si bien el FMI mejoró también las expectativas para América Latina, con un 1,9% de crecimiento esperado para este año, tres décimas por encima del cálculo anterior —y el 2024 manteniéndose en un 2,2% como en abril—; Uruguay no vio modificadas sus proyecciones por el organismo internacional, las cuales siguen en un 2% para este año y un 3% para el año próximo.
La buena noticia es que ambos pronósticos está por encima de la media para la región; la mala es que siguen siendo bastante tímidos en comparación con el crecimiento obtenido durante el 2022 en el país.
Entre los motivos que limitan el desarrollo de la economía uruguaya están, principalmente, los efectos de la sequía que todavía vive el país, pero también los niveles históricos de deuda y la necesidad de una desdolarización de los depósitos.
En ese sentido, el directorio ejecutivo del Fondo ha recomendado al gobierno “continuar con el estricto cumplimiento de la regla fiscal vigente” —algo que se ha dificultado debido a un deterioro de la situación fiscal, presionada además por el mayor gasto público generado por la crisis del agua—; y mantener “una postura monetaria estricta”, también difícil en el contexto de atraso cambiario que requiere de la intervención del Banco Central (BCU) a través de la Tasa de Política Monetaria (TPM) —si bien las mejoras en el índice de inflación han dado mayor margen para este tipo de iniciativas.
O Resumo Semanal - Edición Nº 559 - 27 de Julio
Fuente: ambito.com 26.7.2023
Σχόλια