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La petrolera gala Total releva a la lusa EDP como cuarta eléctrica de España

El grupo francés compra por 515 millones buena parte de los activos de la portuguesa


La central de carbón de Aboño, en Asturias, seguirá en manos de EDP La central de carbón de Aboño, en Asturias, seguirá en manos de EDP

Otra gran petrolera aterriza en el mercado eléctrico. Además de Repsol y de Cepsa, ahora es la francesa Total la que se lanza al negocio de la comercialización de kilovatios hora. Pero no parte de cero, sino que lo hace tras comprarle a la lusa EDPbuena parte de sus activos a cambio de 515 millones de euros. Gracias a eso, la compañía se convierte en la cuarta eléctrica de España por puntos de suministro. Concretamente, Total se queda con los clientes domésticos de la portuguesa: 1,2 millones en el mercado libre, aunque en suma gestionará 2,5 millones de contratos (incluyendo los de gas y otros de servicios), según EDP.


También le vende su participación del 50 % en CHC (heredera de la asturiana Hidrocantábrico), que comparte con Cide, una asociación de pequeñas distribuidoras y productoras. CHC posee 400.000 clientes, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Aunque Cide tiene opción preferente de compra, algo que tendrá que decidir todavía.



Además de comercializar energía eléctrica (y también gas), Total se introduce en el negocio de la generación de electricidadcon la compra de la central de ciclo combinado (dos grupos de 843 megavatios que funcionan con gas natural) de EDP en Navarra.


La eléctrica lusa mantiene su cartera de grandes clientes: 10.000 puntos de suministro, según Cinco Días. Además de las centrales de carbón de Aboño y Soto de Ribera(Asturias) y varias hidráulicas, también en el Principado.

EDP se queda también sus parques eólicos. En Galicia, de hecho, es una de las principales compañías con ocho instalaciones y 253 megavatios. Es la quinta de la comunidad en potencia y la sexta en número de parques.

 La portuguesa mantiene su 15 % en la central nuclear de Trillo (Guadalajara) y la red de distribución, con 668.500 puntos mayoritariamente, en Asturias.


El grupo francés asume 280 trabajadores de EDP, sobre una plantilla total de 1.800.

La empresa portuguesa está en manos de la eléctrica estatal China Three Gorges Corporation. La venta de estos activos forma parte del plan estratégico 2019-2022, presentado hace un año. En diciembre pasado ya se desprendió de seis centrales hidráulicas en Portugal.


EDP asegura que «seguirá invirtiendo en una transición justa que incluye desarrollos de nuevas plantas renovables». También tiene en marcha un proyecto para transformar uno de los grupos de la central de carbón de Aboño para quemar gases de acería (deArcelor Mittal) como fuente de generación eléctrica y sustituir el mineral.


La térmica, compuesta por dos grupos, ha combinado el uso de esos gases con el carbón desde su puesta funcionamiento, pero el nuevo acuerdo entre ambas compañías permitirá utilizarlos a largo plazo como combustible único en uno de los grupos. Para ello, EDP reformará las instalaciones. De esa manera, la central seguirá funcionando y esquivará los nuevos límites de emisiones de dióxido de carbono, cada vez más bajos.

Total fue dueña, junto al Santander, de Cepsa, hasta que en el 2011 abandonó España. En febrero pasado volvió a asomar la patita con una plataforma para desarrollar 2.000 megavatios de solar fotovoltaica. El acuerdo con EDP precisa de permisos administrativos.


La entrada a lo grande de Total en el negocio eléctrico —y que implica el despiece de EDP— es la segunda operación protagonizada por una petrolera que se produce en España en los dos últimos años. A finales del 2018, Repsol se hizo con buena parte de los activos de Viesgo: el negocio de comercialización de electricidad y algunos de generación (entre ellos, ciclos combinados).

Cepsa creó una comercializadora para operar en el mercado eléctrico, pero no cuenta con centrales de producción.


Ribera admite que los ingresos del sistema se resentirán por la caída de la demanda

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, admitió este lunes en el Senado que el balance del sistema eléctrico quedará desequilibrado por un descenso en los ingresos por la caída de la demanda, y avanzó que trabajan en un esquema que permita «dar estabilidad» en los próximos años. La mayor parte de la recaudación la aportan los consumidores cuando abonan el recibo de la luz, a través del que se pagan los costes fijos del sistema. La fórmula para cubrirlos la fija el ministerio, con lo cual, Ribera abre la posibilidad de que se revisen al alza.


La ministra resaltó que durante el estado de alarma se ha vivido «una situación peculiar», con una caída de la demanda que ha llegado hasta el 20 % y un descenso en los precios de la electricidad en el mercado mayorista de uno y dos euros el megavatio hora. «Cuando entré en el Gobierno, en el 2018, estaban en unos sesenta y tantos euros».

No obstante, advirtió de que esta situación de precios bajos de la electricidad «no es algo que vaya a permanecer en el tiempo», ya que estima que «habrá una recuperación».


El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar este martes el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que fija alcanzar la neutralidad climática de España en el 2050, cuando el sistema eléctrico habrá de ser 100 % renovable.


O Resumo Edición Nº 414 - 22 de Mayo de 2020

Fuente: lavozdegalicia.es 18.5.2020

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