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DANIEL EXPÓSITO DOMÍNGUEZ

Empresario gastronómico, Restaurant Nueva Bolsa y Catering Daniel Expósito- “ Cuando se cocina con amor, la comida tiene otro sabor”


Tengo 52 años, 2 hijos (Melisa y Erik), 1 nieto (Valentino) y otro en camino.

Trabajo en el rubro gastronómico hace más de 30 años y me siento orgulloso de estar al frente del emprendimiento familiar, Restaurant Nueva Bolsa, en el que trabajaron mis padres desde antes que yo naciera.


En lo personal, el gusto por la comida lo tuve desde siempre. Me crié dentro de una cocina, donde crecí disfrutando de los olores de cada plato  que preparaba mi madre Anuncia, como el inconfundible aroma de una tortilla a la española o una torta gallega. Ahí descubrí que cuando se cocina con amor, la comida tiene otro sabor. Al lado de mi padre Teodoro, aprendí a relacionarme con los clientes. El como nadie, sabía hacerlos sentir en su casa, recordando sus gustos y preferencias, y manejando el justo equilibrio entre las bromas y la charla amena sobre temas de actualidad.


Es claro para mí que la vocación de complacer a los clientes la aprendí de Anuncia y Teodoro, en ese entorno donde me crié, eduqué y viví las mejores experiencias de mi niñez y mi adolescencia junto a mis hermanos, Jorge y María Inés, rodeados de muchos afectos.


Me defino como una persona inquieta y emprendedora. Mi primera experiencia laboral fue a los 15 años, vendiendo juguetes para Reyes en 8 de octubre. Después incursioné en otros negocios que me dieron la posibilidad de estar en contacto y relacionarme con mucha gente de diferentes lugares y clases  sociales. Descubrí mi vocación por la cocina allá por 1985, cocinando para amigos. En 1988 comencé formalmente a trabajar con mis padres en el negocio familiar y allí realicé distintas tareas. En particular, recuerdo que me tocó empezar a hacer mis primeras armas negociando con los proveedores. También implicó  vivir la experiencia padre-hijo/ empleado/socio. En suma, todo lo que involucra el relacionamiento dentro de una empresa familiar.


En esa época yo trabajaba en Nueva Bolsa y cocinaba para amigos. En el 2000 unos clientes del restaurant  me piden que les prepare una paella para 150 personas y acepté. Ese fue mi primer desafío individual porque yo cocinaba por diversión y no lo había visto como una oportunidad de negocio. Pero cuando continuaron saliendo otras oportunidades, decidí desarrollarlo como otro negocio y complementar mi experiencia con capacitación en cocina, marketing y atención al cliente. Los servicios de catering me permitieron descubrir otra oportunidad para seguir cocinando y usando mi creatividad para brindar servicios que gustaran y sorprendieran a mis clientes.


Hoy, al estar al frente de estos emprendimientos, siento todos los días la responsabilidad y el orgullo  de continuar volcando los aprendizajes y las experiencias que recibí de estos dos inmigrantes gallegos, que con mucho esfuerzo y sacrificio construyeron el restaurante Nueva Bolsa.


Con AEGU me vinculé hace muchos años gracias a mi hermano Jorge, quien me invitó a participar de una charla. A partir de ese momento he estado en contacto permanente a través de distintas actividades de capacitación y actualización de las que nos brinda AEGU. Al mismo tiempo, participo en reuniones sociales que me permiten conocer de primera mano las experiencias de los empresarios  gallegos en Uruguay que nos nucleamos en esta asociación. Estoy muy agradecido por esta oportunidad, y que a través de este medio tengamos la posibilidad  de poder contar nuestras historias empresariales.



O Resumo Edición Nº 313 - 2 de Marzo de 2018

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