Si bien sectores como el agro y la construcción mantienen niveles de actividad por debajo de igual período de 2018, el consumo volvió a crecer y la inversión privada se expandió a su mayor ritmo en cinco años
Por Federico Comesaña y Aníbal Falco
Con un tímido crecimiento, la economía uruguaya mostró una primera señal de reactivación en el tercer trimestre del año. Si bien sectores relevantes como el agro y la construcción mantienen niveles de actividad por debajo de igual período del año pasado, el consumo volvió a crecer y la inversión privada no solo dejó atrás 10 trimestres consecutivos de contracción, sino además se expandió a su mayor ritmo en más de cinco años.
Los datos de Cuentas Nacionales divulgados ayer por el Banco Central (BCU) muestran que la economía uruguaya creció 0,6% en el tercer trimestre del año respecto al segundo cuarto del año –en términos desestacionalizados–. Al mismo tiempo, mostró un crecimiento de 0,9% en comparación con igual período del año pasado.
El Producto Interno Bruto (PIB) acumulaba cinco trimestres consecutivos de aumentos alternados con caídas de un orden menor a 0,5% en términos desestacionalizados, lo que configura un escenario de estancamiento. Si bien los números del tercer trimestre no implican un cambio significativo respecto a esta tendencia, son una primera señal posible de reactivación.
Más allá de la variación puntual del indicador, la evolución de los principales componentes de la demanda refuerzan la lectura más optimista, con una reactivación de dos importantes motores de actividad: el consumo y la inversión de los privados.
El gasto de los hogares uruguayos en consumo creció 1,3% en el tercer trimestre del año respecto a igual período del año pasado, luego de haber caído 0,1% en el segundo cuarto, 0,4% en el arranque del año y 0,4% a fines de 2018.
Los principales indicadores de confianza del consumidor permitían anticipar un cambio en el comportamiento de los hogares en el tercer trimestre del año, alentados por la campaña electoral y un dólar relativamente estable en la plaza local.
Por su parte, la inversión privada aumentó 4,4% interanual luego de caer 1% en el segundo cuarto del año y 3,7% en el primero. Se trata de la primera expansión de la inversión privada desde el último cuarto de 2016 cuando apenas creció 0,1% y la más pronunciada desde el primer trimestre de 2004.
Por su parte, las exportaciones también empujaron la economía, con un incremento de 9,3% respecto a igual período del año pasado. El empuje de estos tres motores se vio parcialmente compensado por un retroceso de la inversión pública y una desacumulación de existencias y el incremento de las importaciones. Esto es, parte del crecimiento de algunos componentes del gasto no se produjo en la economía local o en este período.
A nivel de los principales sectores de actividad, el agro mostró un deterioro de 8% respecto a igual período del año pasado, debido principalmente al mal desempeño del sector ganadero. La construcción, en tanto, retrocedió 3,6% por un menor desarrollo de edificios en particular en Montevideo.
Por su parte, la industria se expandió 2,7% por una mayor producción de celulosa y el comercio dejó de caer, aunque no logró superar los niveles de generación de valor del tercer trimestre del año pasado. Otro sector relevante como transporte, almacenamiento y comunicaciones creció 3,5%.
Datos auspiciosos para una necesaria reactivación
Para el economista y director de Vixion Consultores, Aldo Lema, el nuevo dato del PIB no evidenció mayores sorpresas en las cuentas nacionales del tercer trimestre y “ratifican que el crecimiento en 2019 de Uruguay se ubicará en torno a 0,5%”, el rango más bajo de lo proyectado durante 2018, escribió en su cuenta de Twitter. Lema agregó que el crecimiento de Uruguay de 0,6% en relación al segundo semestre van en línea con los mostrados por Argentina (0,9%), Brasil (0,6%) y el del mundo que fue de 0,75%.
Por su parte, el director ejecutivo del Centro de Estudios para el Desarrollo, Hernán Bonilla, dijo a El Observador que los nuevos datos muestran en general que la economía “básicamente sigue estancada” y no cambia que el crecimiento para este año va a andar en medio punto.
En la comparación con el mismo trimestre del año pasado hay datos positivos en lo que tiene que ver con la inversión, comentó, además de “un leve aumento en el consumo y sobre todo el de las exportaciones”.
“Son datos más positivos y auspiciosos, aunque no cambian la película del año. Se repiten en básicamente lo que veníamos viendo, de una economía estancada y que va a obligar al próximo gobierno a implementar medidas de reactivación económica. Es importante la agenda fiscal y la reducción del déficit, pero también pensar en cómo hacer que la economía vuelva a crecer”, dijo Bonilla a El Observador.
La directora de Instituto de Economía (Iecon), Gabriela Mordecki, destacó el cambio en la tendencia de la inversión privada, aunque aclaró que si bien es positivo habría que profundizar en el tema. También destacó que aunque de forma magra, el consumo privado “aumenta”, así como pasó con las exportaciones que muestraron un crecimiento en la demanda externa neta.
La académica sostuvo que el dato es positivo porque el consumo interno y la inversión se habían detenido, pero aparecieron las primeras señales que “empezaron a moverse alrededor de un proyecto tan grande” como UPM2 y el Ferrocarril Central.
Sobre la importante mejora en la industria, la economista recordó que se explica mayormente por la celulosa y la planta de Pepsico en Colonia.
Por otro lado, mencionó que llama la atención la fuerte caída en el sector agropecuario con lo bien que le fue a la ganadería, “pero eso responde a que hay que tener en cuenta volumen físico y no precios”, explicó Mordecki.
Estancamiento económico atrás
En tanto, el análisis realizado por CPA Ferrere sugiere que la economía uruguaya estaría "saliendo del estancamiento en el que se encontraba desde el segundo trimestre de 2018". Para la consultora, depurando efectos estacionales e irregulares (en términos de tendencia-ciclo) de la serie el PIB creció 0,4% trimestralmente.
"Además del dinamismo de las exportaciones (que apuntalado por la soja fue el componente de demanda con mayor incidencia), se destacó el crecimiento interanual de la inversión por primera vez desde 2016 y el repunte del consumo privado luego de tres trimestres de contracción", se apuntó.
En términos de perspectivas, se aseguró, la economía uruguaya cerraría el año con un crecimiento de 0,5% y se expandiría en torno a 2,3% y 1,9% en 2020 y 2021 respectivamente. En este sentido, pese a los efectos recesivos asociados a la crisis argentina, las obras de infraestructura y la construcción de la planta de celulosa impulsarán la actividad en el corto plazo
O Resumo Edición Nº 399 - 20 de Diciembre de 2019
Fuente: elobservador.com.uy 18.12.2019
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