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El fondo del mar uruguayo como nunca lo vimos: así será la histórica expedición científica

  • Foto del escritor: AEGU
    AEGU
  • 14 ago
  • 6 Min. de lectura

Uruguay Sub200 marcará un hito en la investigación oceánica local, con imágenes 4K que podrán ser vistas en vivo a partir del 20 de agosto


O Resumo semanal - Asociación de Empresarios Gallegos del Uruguay


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"Vamos a encontrar alguna especie con forma de mate para decir que el mate es uruguayo... o con forma del mapa de Uruguay, vas a ver”, bromeó Leticia Burone, oceanógrafa del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias, integrante del grupo Ciencia y Tecnología Marina (Cincytema) y una de las científicas que pasará un mes a bordo del buque de investigación Falkor (too) en el marco del proyecto Uruguay Sub200, que comenzará el próximo 20 de agosto.

La campaña, denominada Fkt250812, se realiza en conjunto con el Schmidt Ocean Institute, responsable de la reciente misión en Argentina que sorprendió al mundo con la increíble diversidad del fondo marino, donde incluso apareció una estrella de mar idéntica a Patricio, el entrañable amigo de Bob Esponja, entre otras criaturas asombrosas.

La expedición incluye cerca de 50 puntos de muestreo distribuidos a lo largo de la Zona Económica Exclusiva y moviliza a decenas de científicos uruguayos de distintas instituciones, tanto a bordo del Falkor (too) como en tierra.

Biólogos marinos, geólogos, oceanógrafos y arqueólogos submarinos, entre otros, trabajarán de forma coordinada para analizar muestras, procesar imágenes y mapear en detalle esta porción aún poco conocida del Atlántico sur occidental. Se trata de una oportunidad inédita para el conocimiento científico nacional y para posicionar a Uruguay como un actor clave en el estudio del océano profundo.

La expedición.

A diferencia de la actual campaña del Falkor (too) en el Cañón Mar del Plata, en Argentina, el proyecto Uruguay Sub200 recorrerá estructuras clave del margen continental uruguayo, muchas de ellas aún escasamente exploradas.

El área operacional está delimitada al norte por la latitud 34°71, al sur por la 37°28, al este por la longitud 51°41 y al oeste por la 54°20. Las estaciones de muestreo abarcan un amplio rango de profundidades, que va desde los -143 hasta los -3.073 metros.

Los científicos uruguayos buscan registrar estructuras geológicas y formas de vida potencialmente distintas (y sorprendentes) a las que se conocen en márgenes continentales vecinos.

“A diferencia del margen de los argentinos o de los brasileros, nosotros tenemos una oceanografía muy peculiar, casi como un laboratorio in situ”, explicó Burone.

Esto se debe a que Uruguay se encuentra en una zona de transición donde confluyen dos corrientes oceánicas de características muy contrastantes: la cálida de Brasil y la fría de Malvinas. Esa interacción modela el fondo marino y define los patrones de biodiversidad. A esa complejidad se suma la influencia del Río de la Plata, cuya dinámica varía según la estación: “En invierno, su descarga va hacia Brasil –lo que llamamos la ‘exportación Mercosur’– y en verano se abre y fluye hacia el mar profundo. Eso fertiliza el océano y genera respuestas tanto en la fauna como en el fondo”, explicó Burone.

Comprender cómo actúan estos procesos oceanográficos será clave para interpretar los hallazgos de esta campaña.

En toda la región a explorar se identifican seis cañones submarinos, algunos de los cuales nacen en el quiebre de plataforma –a partir de los 200 metros de profundidad, a unos 200 kilómetros de la costa– y pueden alcanzar hasta seis kilómetros de ancho. Otros se originan directamente sobre el talud continental.

“Quizás lo más espectacular para nosotros es el uso que le daremos a la joya de la corona del Falkor (too), que es el ROV SuBastian”, dijo Juan Pablo Lozoya, investigador del Departamento Interdisciplinario de Sistemas Costeros y Marinos del CURE, quien también estará a bordo del buque.

Los videos en alta definición 4K grabados con el ROV –y transmitidos en vivo por YouTube– han permitido la viralización de los contenidos argentinos y, por supuesto, es un deseo de los científicos que el público uruguayo también se sienta atrapado por lo propio.

En este sentido, el ROV permitirá que, por primera vez, se extraiga sedimento del fondo marino a 3.000 metros de profundidad.

Uno de los objetivos principales será analizar allí la presencia de residuos plásticos.

“Se plantea que los fondos marinos oceánicos son como el sumidero de estos plásticos que están flotando y van cayendo”, explicó Lozoya. Además de buscar microplásticos–pequeñas partículas de polímeros sintéticos que se distribuyen a distintas profundidades–, también se intentará recolectar macroplásticos como bolsas y otros residuos visibles que pudieran estar depositados en el lecho marino.

“La idea es colectarlos y analizarlos: desde el material con el que están hechos hasta, por ejemplo, toda la comunidad de microorganismos que crece sobre esos plásticos”, señaló a El País. Muchos de estos organismos pueden ser desconocidos para la ciencia.

Esta recolección permitirá entender cuán lejos llegan los impactos de la contaminación plástica y qué rol cumplen los ecosistemas abisales en su acumulación o degradación.

Otro de los objetivos del proyecto es muestrear varias de estas formaciones, junto con montículos de corales de aguas frías y profundas que fueron parcialmente mapeados durante una campaña anterior del buque oceanográfico español Miguel Oliver, en profundidades de entre 150 y 2.000 metros. En esa ocasión, se registraron montículos a profundidades de entre 167 y 326 metros, con una altura promedio de 35 metros (el más alto alcanzaba los 67). En la zona conocida como Restinga del Pez Limón, la concentración de estructuras es tal que forman un verdadero “tapete” de corales. También se detectó un montículo con una chimenea hidrotermal activa, una rareza geológica y biológica.

El equipo también explorará zonas de escapes de fluidos –ya georreferenciadas, aunque se espera detectar nuevas durante la navegación–, donde podrían encontrarse ecosistemas únicos sustentados por bacterias que realizan quimiosíntesis. Estas bacterias, en lugar de obtener energía del sol, la extraen del metano o del azufre presentes en el sustrato. Forman así la base de cadenas tróficas habitadas por especies endémicas que solo existen en estos ambientes extremos.

Otro hito de la campaña será la visita a una estación muestreada por el histórico HMS Challenger hace 150 años. Aquella expedición británica, considerada fundacional en la historia de la oceanografía moderna, recolectó muestras en aguas uruguayas que se destacaron por su altísima diversidad. Volver a ese mismo punto siglo y medio después, con tecnología avanzada, permitirá comparar datos y entender mejor la evolución de los ecosistemas profundos.

El ROV SuBastian —¿ya notó por qué en esta historia hay un Bastian y un Falkor? Si no, lea el recuadro— está equipado con cámaras 4K, herramientas de corte para tomar muestras de corales, brazos robóticos capaces de recolectar organismos en delicadas cajas, y tubos llamados push cores para extraer sedimentos del fondo marino. También cuenta con sensores para medir temperatura, conductividad y profundidad, además de un perfilador de velocidad del sonido.

Una de las grandes apuestas de esta expedición, según Burone, es lograr que más personas en Uruguay puedan conocer su propio océano, con imágenes y videos de altísima calidad. “Estamos acostumbrados a ver documentales que muestran el fondo de otros lugares. Pero ahora vamos a poder ver el nuestro. Es difícil cuidar o proteger lo que no se conoce”, reflexionó.


Con nuestros ojos.

La expedición comienza el 20 de agosto. Ese día arribará el Falkor (too) al Puerto de Montevideo. Dos días después zarpará hacia el mar uruguayo con la primera tripulación. El 5 de setiembre se realizará un recambio en alta mar, en la bahía de Maldonado, con el apoyo de la Armada Nacional. La campaña finalizará el 19 de setiembre, cuando el Falkor (too) regrese a Montevideo tras completar su itinerario.

Para Lozoya, participar en esta campaña tiene un significado especial que trasciende lo científico. “(Viendo el streaming argentino) inmediatamente me remonté muchos años atrás, cuando era niño y tuve la suerte de conocer el fondo marino gracias a (Jacques) Cousteau. Es un cliché, claro, pero quienes tenemos cerca de 50 años casi siempre hacemos referencia a eso. Fue un hito tremendo a nivel mundial, porque esa capacidad de mostrarle al mundo los fondos marinos fue realmente transformadora”, reflexionó. “Esto es parte de lo mismo”, continuó, con entusiasmo. “Estás mostrando lugares que no se conocen, que no se ven, pero que nos maravillan. También tiene algo de expedición, de ir a un lugar donde nadie fue antes”.

En ese sentido, reconoció que aún hay mucho por descubrir. “Tenemos ecosistemas cercanos que todavía no conocemos en detalle. Imaginate estos, que están a miles de metros de profundidad”.

Más allá de los hallazgos científicos que puedan surgir –y que se espera que sean muchos–, esta expedición representa una oportunidad única para mirar hacia el mar con otros ojos: no solo como una frontera lejana o una fuente de recursos, sino como parte esencial del territorio nacional.

Durante un mes, Uruguay se asomará a las profundidades de su océano como nunca antes, en una expedición que combina ciencia, tecnología, historia y también emoción. Porque, como dijo Burone: “Vamos a ver el fondo uruguayo con nuestros propios ojos”.


O Resumo Semanal - Edición Nº 654 - 14 de agosto de 2025

Fuente: elpais.com.uy | 8 de agosto

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