Con el 53,4 % de población femenina, llegan al 49 % del total en las últimas estadísticas de empleo
El número de contratos firmado por mujeres en Santiago se aproxima al de los firmados por hombres, según datos oficiales del Servicio Público de Empleo Estatal: son el 49 % del total. Así, en el mes de enero del total de 3.125 contratos firmados, fueron 1.595 de hombres y 1.530 de mujeres. No obstante, cabe resaltar que el padrón poblacional recoge que el 53,4 % de residentes en el municipio (52.458 de 98.179) son mujeres. Y de los 4.542 parados registrados en febrero, ellas eran 2.476 frente a 2.066 varones. El boletín anual del mercado del trabajo del 2021 también recoge el 49,1 % de contratos en femenino: 25.262 de los 51.414 totales. En el 2020, ellas habían rubricado el 47,4 % de contratos (18.508 de 38.998). La situación contrasta con años anteriores, como el 2015: entonces se firmaron en Santiago 52.676 contratos, y cerca del 53 % (27.875) correspondieron a mujeres; en el año anterior a la pandemia se mantenía esa tendencia, pero con menor margen: 50,6 %, ya que de 67.212 acuerdos laborales ellas habían rubricado 34.036.
Más allá de los contratos laborales, entidades como la Cámara de Comercio de Santiago contribuyen a la integración de la mujer en el mercado laboral. Dentro del Programa de Apoyo Empresarial a las Mujeres (PAEM), la institución compostelana se situó en primera posición en Galicia en el 2022, tras prestar asesoramiento a más de 250 mujeres para la creación de su propio puesto de trabajo.
En el seno del programa, desarrollado por la Cámara de España y el Instituto de las Mujeres con financiación del Fondo Social Europeo, los técnicos de la Cámara de Santiago ofrecen información sobre oportunidades de autoempleo, legislación, trámites, formas jurídicas y redes de contacto. También se ofrece asesoramiento en línea (https://empresarias.camara.es/) y se facilita la financiación de proyectos a través de microcréditos sin avales ni garantías, con Microbank de Caixabank. El perfil de la usuaria de PAEM, añade la entidad, es de una emprendedora, de 25 a 54 años, que lleva en paro menos de un año, si bien son cada más las mujeres que acceden al autoempleo desde una experiencia por cuenta ajena y con estudios universitarios. Por áreas de actividad, el mayor número de nuevas empresas están en comercio al por menor y servicios.
Ana María Calvo, emprendedora en Santiago: «Al principio noté desconfianza, no sé si por ser mujer»
Ana María Calvo regresó en el 2015 al país en que había nacido, tras haber emigrado con sus padres a Caracas. En el 2019 abrió negocio con sus dos hijos: el café-bar Cuyagua, en la avenida de Vilagarcía.
—¿Por qué emprendió?
—Había trabajado cuatro años en una empresa cuidando a personas mayores. No quería dedicarme toda mi vida a eso, y pretendía hacer algo para mis hijos, que ellos pudiesen continuar.
—¿Sintió una especial dificultad por ser mujer?
—En los clientes veía como desconfianza de que fuese adelante el negocio, no sé si por ser mujer; hoy muchos nos felicitan por haberlo logrado. Y ahora estar yo al frente, ayuda; encuentro más colaboración de proveedores.
—¿Cómo fueron los inicios?
— Nos endeudamos hasta los pelos, pero hemos salido adelante. Se me ocurrió buscar asesoramiento en la Cámara, porque no teníamos experiencia en hostelería, ni tampoco en la parte legal y administrativa en España. Desconocíamos desde cómo llevar las finanzas del negocio a la asesoría a nivel de sanidad e industria. Fue una ayuda importante, y seguimos en contacto: el pasado año hicimos allí un curso.
—¿Costó arrancar el negocio?
—Fue muy difícil. En la pandemia vinimos tozudamente a tratar de vender nuestra comida venezolana a domicilio, y creo que eso nos ayudó a darnos a conocer. En los inicios teníamos días que no vendíamos ni una arepa, hoy las ofertamos a los estudiantes como alternativa al bocadillo.
O Resumo Semanal - Edición Nº 541 - 10 de Marzo
Fuente: lavozdegalicia.es 8.3.2023