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Finalizan con éxito las pruebas de los prototipos antiniebla de la A-8

El Gobierno debe decidir qué sistemas elige para implantarlos de forma definitiva en el tramo negro de la autovía del Cantábrico

Sistema de difusión automático de materiales higroscópicos mediante aspersores ELISEO TRIGO

Cuando se cumplen más de siete años del accidente múltiple que costó la vida a una persona en el conocido como tramo negro de la A-8, en el alto de O Fiouco, el Ministerio de Transportes ya ha terminado la fase de experimentación de los sistemas destinados a reducir o incluso eliminar la niebla que asciende desde el mar a la montaña y que periódicamente obliga a cerrar el tramo entre A Xesta (Abadín) y Mondoñedo por la deficiente visibilidad, y desviar el tráfico por la N-634.


Si hace unos meses se terminaron las pruebas con los dispositivos de ayuda a la conducción —un sistema de balizamiento lateral con luz láser y otro de señalización horizontal inteligente con tecnología led proyectada sobre la calzada—, ayer se dieron por terminados los ensayos con la tecnología que pretende reducir, desviar o eliminar la niebla que dificulta la conducción, especialmente entre los meses de mayo y agosto, en un tramo de cuatro kilómetros en la zona más alta de la autovía (cerca de 700 metros de altitud).


El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, destacó que los resultados de los ensayos «son muy prometedores», aunque ahora un equipo de técnicos de Transportes analizarán los más idóneos para resolver la problemática. Lo más probable es que sea un modelo mixto que compagine la ayuda a la conducción con uno de los sistemas probados para reducir la intensidad de la niebla. En cualquier caso, será necesaria una licitación para contratar la construcción de los sistemas por los que se decanten los técnicos.


Uno de estos sistemas consiste en la instalación de una pérgola con aspersores que dispersan sustancias higroscópicas, capaces de condensar las pequeñas gotas en suspensión para que se precipiten al suelo. El otro es un sistema mixto con barreras cortavientos fijas y grandes ventiladores que dispersan la bruma.


El delegado del Gobierno destacó el proceso de colaboración entre la Administración y el sector de la ingeniería privada, con una apuesta por la investigación y las soluciones innovadoras que después podrán ser aplicadas en casos similares en el resto del mundo, pues no existe una tecnología probada para aumentar la visibilidad en caso de nieblas persistentes.


La experimentación sobre el terreno de los prototipos se aprobó a finales del 2019 con un contrato que ascendía a 5,64 millones de euros, cofinanciado en un 80 % por fondos de la UE para I+D.


Mejora de la seguridad

Mientras se desarrolla este proyecto a medio plazo, el Gobierno ya ha invertido otros 4,7 millones de euros en la mejora de la seguridad en este tramo de la Transcantábrica que se puso en servicio en febrero del 2014. Esta inversión se hizo a través de la Dirección General de Tráfico. Así, José Miñones anunció que está a punto de terminarse la instalación de 372 balizas tipo led que permitirán que el umbral mínimo de visibilidad, por debajo del cual se cierra el tramo a la circulación, baje de los 40 metros actuales a 30. «Con las balizas nuevas operativas, Tráfico calcula que los cierres se reducirán en un 78%, es decir, a solo una de cada cuatro veces de las que ahora permanece cerrada», aseguró el delegado del Gobierno. En lo que va de año este tramo de la autovía del Cantábrico ha permanecido cerrado al tráfico en 69 ocasiones.




O Resumo Edición Nº 487 - 3 de Diciembre de 2021

Fuente: lavozdegalicia.es 1.12.2021

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