Director de Urusys Ltda. "Además de.... me gusta la fotografía, viajar, mi casa, estar con mi familia y amigos".
Aunque algunos crean que soy un poco más veterano, nací en Montevideo el año 1967 y fruto de dos matrimonios tengo dos hijos.
Como la mayoría de los uruguayos soy descendiente de españoles e italianos aunque no sabría precisar muy bien cómo se dio esto. Así lo expresaba en una entrevista el médico de la selección nacional, el Dr. Alberto Pan, refiriéndose a los descendientes de españoles: “hay que tener en cuenta el carácter instrospectivo del emigrante español. Cuando viajaron en su día a la Plata, la morriña les hizo guardarse en su interior sus raíces y no compartirlas con sus descendientes…”
Como muchos de nosotros, también empecé de bien abajo. Provengo de un hogar de gente humilde y trabajadora…mi padre era obrero de una fábrica de tabaco y mi madre se ocupaba de las cosas de la casa. Con lo que ganaba mi padre daba para vivir sin grandes aprietos pero como querían mejorar su situación y brindarnos a mi hermana y a mí las posibilidades de estudiar, comenzaron a vender huevos puerta a puerta en el Complejo de viviendas donde vivíamos. Así arrancó “mi primer trabajo”, ayudándolos con la venta.
Un tiempo después decidieron dedicarse a hacer feria los fines de semana...y ese fue “mi segundo trabajo” el cual me duró de los 9 los 21 años. Por aquella época, el tener que hacer feria no me caía muy simpático. Muchas veces no podía salir los sábados de noche a bailar con mis amigos (o si salía tenía que regresar temprano) porque al otro día había que madrugar. Y aunque no es una de mis características la “devoción”, con frecuencia acudía a algún rezo implorando que cayera un lluvia importante que impidiera la ida a la feria…
Experimentando en carne propia el esfuerzo de la vida del feriante y teniendo en cuenta el sacrificio que hacían mis padres, aunque yo no era muy afín al estudio, decidí “ponerme las pilas”, terminé bachillerato y empecé a hacer la carrera de analista de sistema en la ORT. Un año después ingresé en la Facultad de Ingeniería de la Udelar y a los 22 años ya había egresado de ambas carreras.
A partir de allí -año 1990- todos mis trabajos estuvieron relacionados con la informática, un área que en ese momento era bastante desconocida para la mayoría de la gente. Y como la vida es redonda y gira, un tiempo después volví a la ORT y a la Udelar pero esta vez como profesor.
Si la feria marcó mi vida de chico, algo que marcó mi vida de más grande fue la oportunidad que tuve de vivir durante los años 94 y 95 en Japón, haciendo un posgrado en Diseño de bases de datos y redes de computadoras. Si bien lo que aprendí en los cursos lo continúo aplicando hasta el día de hoy en mi ámbito laboral, lo que más me quedó de aquella época fue la convivencia con personas de muy variadas culturas y la amistad que generé con ellas, con algunas de las cuales hasta la fecha sigo en contacto.
Mi profesión me dio la posibilidad de desempeñarme durante muchos años en varios organismos públicos, con las seguridades y beneficios que esto brinda. Sin embargo, en un momento (y qué momento! crisis del año 2002) decidí que era tiempo de tirarme al agua y arriesgarme, dedicándome full time a la actividad independiente a través de Urusys Ltda (empresa creada un tiempo antes con mi amigo y colega Gerardo Fernández). Desde esa época tengo el orgullo de dirigir esta empresa y de haber ganado en el área tecnológica premios a nivel nacional e internacional, alguno incluso relacionado con AEGU como el Premio a Proxectos xa materializados otorgado por el IGAPE.
¿De dónde sale mi relación con AEGU? En el año 2003, en ocasión de presentarle mi software de gestión comercial para la tienda de licores Los Domínguez, conocí al Sr. Celso Domínguez quien me habló de la asociación y me presentó como socio…Desde aquella época, él sigue teniendo mi software y yo sigo siendo socio de AEGU.
Además de mi gusto por la Informática, soy un apasionado de los viajes, de la fotografía y de mi casa. Por suerte la vida me ha dado la posibilidad de viajar en muchas oportunidades, algunas de las cuales fueron compartidas con socios de AEGU. Por suerte también en esos viajes pude despuntar el vicio de la fotografía y por suerte puedo disfrutar cada día -desde hace varios años- de mi casa, la que comparto con María, mi actual compañera en el camino de la vida, con el resto de mi familia y con mis amigos.
O Resumo Edición Nº 328 - 6 de Julio de 2018