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Granja Campomayor, la empresa gallega que vende un millón de huevos al día

Esta compañía familiar fundada en 1942 facturará 30 millones en 2023, tiene medio millón de gallinas y apuesta por la innovación como factor diferencial

Empleados de Granja Campomayor, empresa que vende un millón de huevos diarios.

Como si de una chistera de mago se tratara, Granja Campomayor ha convertido el huevo, un producto tradicional y básico, en algo diferente. Sacarle todo el partido posible a este alimento es el reto que, desde siempre, ha perseguido esta empresa ubicada en el municipio lucense de Palas de Rei. En su ADN, cuenta María Caridad García, directora general de la compañía, llevan el marchamo de la innovación. “Somos una familia inquieta. Hacemos I+D desde nuestros orígenes, pero sin ser conscientes. Mi padre ya le daba distintos tipos de maíz a las gallinas para ver cómo cambiaba el color del huevo, si la yema se volvía más consistente… Antes lo llamábamos prueba y error y no le dábamos importancia, ahora sí”, explica.


Desde la incorporación de García a la empresa en 2001, los pasos que hasta entonces eran “sólidos y pequeños” se convirtieron en zancadas. “Queríamos hacer cosas diferentes, no solo producir grandes volúmenes”. La firma fue pionera en poner la fecha de consumo preferente en el huevo y en desarrollar los huevos enriquecidos con omega-3. Su apuesta por llevar el huevo a otro nivel se tradujo en 2015 en la construcción de la primera y actualmente única planta en Galicia de huevo líquido pasteurizado, muy utilizado en hostelería y restauración, que concentra el 8% de las ventas. Dos años después apostaron por el huevo a baja temperatura, un producto tradicional en la alta cocina, del que el cocinero catalán Ferran Adrià comentó que conquistaría el mercado. “Llevábamos tiempo detrás de un producto transformado que no fuera un flan o unas natillas… Tras varios experimentos, lo conseguimos de forma industrial y fue todo un reto”.

Esta diversificación fue, según su directora, necesaria y clave para crecer. “Con el pasteurizado cerramos un ciclo. Con el resto de innovaciones nos posicionamos en el mercado como una marca diferente con un producto básico. Estamos en un momento apasionante dentro de la innovación y queremos seguir en esta línea. Esto nos motiva”. Una pasión a la que han dedicado 2,5 millones de euros en los últimos tres años y para la que cuentan con un equipo de cuatro personas.

Ahora, tras cinco años de trabajo y con la compra de una patente del CSIC para hacer productos elaborados mediante hidrólisis, están inmersos en la obtención de un nuevo ingrediente, similar a un lácteo, con el que pueden elaborar productos cremosos y de sabores. Una novedad que estará en los supermercados a lo largo de la primera mitad de este año, con una enseña diferente a Granja Campomayor, en la que han invertido un millón de euros extra y que de momento no elaboran en instalaciones propias.

“Cerramos contratos con maquilas en España. Preferimos destinar la inversión a I+D. Cuando lo lancemos y veamos su recorrido, nos plantearemos invertir para hacerlo en nuestras plantas”, señala García.

Canales

La empresa está en manos de la tercera y cuarta generación familiar, con María Caridad García y su marido en el accionariado, que se reparten al 90% y 10% respectivamente. Vende un millón de huevos al día de todas las especialidades y es una de las 20 mayores empresas españolas del sector, la primera en Galicia. La marca aglutina el 85% de sus ventas y el resto se destina a marca blanca.

Con 90 empleados e instalaciones propias, las ventas de Granja Campomayor se reparten en un 61% de huevos de gallinas en jaulas, 21% de camperos, 5% de gallinas criadas en suelo, 1% de ecológicos y otro tanto de huevos con omega-3. Han pasado de las 200 con las que empezó el abuelo de García en 1942 a medio millón. Suman otras 400.000 que se reparten entre cuatro granjas colaboradoras, a las que compran toda la producción y que están en Boimorto (A Coruña), Rodeiro (Pontevedra), Portomarín y Vilalba, ambos en Lugo, más una pequeña parte que compran a otros proveedores. García reconoce que el cambio de modelo de producción de huevo convencional a libre de jaula ha sido una tendencia creciente en la industria avícola en consonancia con el aumento de la demanda por parte de los consumidores de productos alimentarios que consideran más éticos. “Llevar a cabo la implementación de este nuevo modelo implica una inversión significativa”, admite. Además de huevos de gallina, hace unos años decidieron ampliar su catálogo a huevos de codorniz. Un producto que compran al 100% a granjas en Cataluña, con unas ventas que rondan el 2% del total.

Su gama de producto concentra las ventas en un 56% en el canal horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías) y distribuidores, y el resto, en grandes y medianas superficies. Galicia es su zona natural, con clientes como Gadisa, uno de los grandes grupos de distribución alimentaria en esa zona, pero también están presentes en Madrid, País Vasco, Asturias o Cantabria. En restauración cuentan con algunos clientes directos, como la cadena de restaurantes VIPS o La Tagliatella, de comida italiana.

Apenas exportan: “Solo de forma esporádica, sobre todo porque somos deficitarios de producto”, subraya la directora general, y tampoco se lo plantean en general. “Es posible que lo hagamos con el huevo a baja temperatura, pero con el huevo tradicional, no”.

Hasta 2025 van a invertir seis millones de euros en la automatización de las plantas, en ofrecer más huevos camperos o de gallinas criadas en suelo y en digitalización. Sus ventas ascendieron a 29 millones de euros en el pasado 2022, frente a los 20 millones de 2021, con un margen de explotación del 15% sobre la facturación. El crecimiento ha estado motivado, según García, por la escasez de huevos debido a la epidemia de gripe aviar y también por el alza del consumo, “sobre todo porque este producto ya no está demonizado como antes”. Para 2023 sus previsiones apuntan a facturar 30 millones de euros. “En esta cifra va implícita una parte incierta que se corresponde con el proyecto nuevo, aunque creemos que podemos alcanzarla, somos prudentes”.

En cuanto al futuro del sector, García comenta que se espera que este sea cada vez más fuerte, con concentraciones de empresas a la vista. “Antes solo había granjas pequeñas, pero ahora se tiende a una menor atomización y a la profesionalización”. El sector sitúa a España como el tercer productor de huevos de la UE, por detrás de Francia y Alemania, y supone el 5% total de la producción final ganadera del país.




O Resumo Semanal - Edición Nº 549 - 18 de Mayo

Fuente: elpais.com 13.5.2023

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