De acuerdo al último informe de Argencon, la cámara que agrupa a las empresas prestadoras de servicios de la economía del conocimiento. Se estiman pérdidas cercanas a los USD 2.000 millones por año
Puede ser uno de los motores de crecimiento de la economía argentina y sus números siguen siendo positivos, pero desde el sector de la economía del conocimiento admiten que el alza del año pasado en sus exportaciones se basa en un tema cambiario y no en un crecimiento real del volumen de la actividad. Es más: en el sector aseguran que las condiciones geopolíticas globales abren una importante ventana de oportunidad a la oferta exportadora argentina en todos los rubros de la economía del conocimiento.
Pero que lo que impide aprovechar mejor esa chance son las barreras internas: desorden macroeconómico y normativas fallidas que afectaron a la industria durante el año pasado y también una creciente fuga de talento argentino -empresas y profesionales independientes- hacia otros países, especialmente a Uruguay, que limitan el crecimiento. En el sector estiman que por esa fuga la Argentina pierde cerca de USD 2.000 millones de USD por año.
“En la Argentina hay una fuga de talentos a países donde la economía es más estable. Uruguay cosecha esa fuga con crecimientos muy significativos. Ese crecimiento se basa en parte en recursos importados y el principal proveedor de esos recursos es la Argentina. La Argentina hoy no retiene el valor que produce”, señaló Luis Galeazzi, director Ejecutivo de Argencon.
“El Gobierno uruguayo tiene programas oficiales de captación de talento del exterior, de atracción de empresas y de conocimiento. Tiene una estrategia constante desde hace más de una década. Y su principal fuente son las empresas argentinas, que son invitadas a radicarse. No es solo la fuga individual del freelance que trabaja y escapa de la legislación argentina”, agregó el directivo.
Según un informe de Argencon, la cámara que agrupa a las empresas del sector, el año pasado, las exportaciones de servicios del conocimiento cerraron con USD 7.834 millones, un 19,4% más que en 2021, pero este incremento del valor nominal exportado se explica, en gran parte, por un efecto del atraso cambiario en los precios más que por un crecimiento en el volumen de actividad.
Con todo, para interpretar las cifras de sector durante el año pasado también advierten que hay que tener en cuenta un contexto de turbulencias en todos los sectores de la economía a nivel global: el impacto de la guerra de Ucrania en el costo de productos básicos, la espiral inflacionaria registrada en todo el mundo, la fuerte suba de las tasas de interés como medida estabilizadora, el realineamiento de flujos comerciales hacia países confiables.
Como ejemplo de los desequilibrios locales, desde Argencon destacaron que un salario bruto medio de un desarrollador de software semisenior valía un equivalente a USD 1.550 en enero de 2022 y no menos de USD 2.100 en diciembre del mismo año, al cambio oficial. “Este sideral salto en el costo del talento profesional exportable simboliza el grado de precariedad e incertidumbre del entorno en que se desenvuelven las industrias del conocimiento en nuestro país”, indicaron.
En 2002, el valor del dólar oficial aumentó 71% en el año, la inflación anual del IPC fue de 94,8%, y los salarios de las industrias del conocimiento se incrementaron no menos del 120%. La brecha cambiaria osciló durante 2022 entre el 85% y 130%, recordaron.
Dentro de las exportaciones de la industria del conocimiento, el sector de mayor crecimiento fue el de servicios profesionales, con un incremento interanual de 22,5%, representando el 58,5% del total exportado. En el plano internacional, el crecimiento de las exportaciones de las industrias del conocimiento en los tres primeros trimestres de 2022 fue del 5,4%, según datos de la OMC. Una fuerte desaceleración en comparación con el crecimiento de 2021 que fue de 14,7%.
Sin embargo, desde la cámara destacaron que frente a la misma coyuntura hubo comportamientos muy diferentes según cada país. La tendencia es una concentración de los flujos de comercio en zonas favorecidas por la cercanía (nearshoring) y la afinidad política entre los gobiernos (friendshoring). “Este realineamiento abre una ventana de oportunidad muy atractiva a los países que, como Argentina, se encuentran en zonas geopolíticamente favorecidas”, advirtieron.
Uruguay tuvo un gran crecimiento en sus exportaciones con una suba interanual que llegó al 53,6%, según datos del tercer trimestre de 2022. Y que se vio beneficiado por la migración de profesionales argentinos. “Las exportaciones uruguayas ya representan más del 30% de las argentinas, cuando en 2010 sólo alcanzaban al 8%. Esta evolución se explica en gran parte como un aprovechamiento inteligente del flujo de talento que migra desde nuestro país”, señalaron desde Argencon.
Varias medidas oficiales también impactaron negativamente en el sector durante el año pasado. El informe de Argencon destacó la instrumentación de un régimen para exportadores (Comunicación 7518 del Banco Central de junio del año pasado) que les permitía disponer de dólares libres por el 50% del incremento del ingreso de divisas de sus ventas al exterior. La complejidad de la norma fue contraproducente y no tuvo ningún efecto.
Luego, en octubre pasado, ya con el actual equipo económico, se estableció otro régimen similar que redujo del 50% al 30% el monto de dólares accesibles, a través del DNU 679. El mismo decreto dispuso una mejora sobre la disponibilidad de los beneficios que otorga la Ley 27.506 de Economía del Conocimiento a los exportadores pero, de acuerdo a la industria, la reglamentación de la AFIP hizo que sea inaplicable.
Por último, a fin de año, el Poder Ejecutivo presentó al Congreso la Ley de Monotributo Tech, que ya cuenta con media sanción de Diputados y que establece la creación de una nueva categoría de monotributistas con derecho a acceder a dólares libres hasta un valor de USD 30.000 anuales. “Esta medida, de aprobarse, producirá una mayor asimetría salarial entre los freelancers que se registren como monotributistas y los empleados de las empresas que, con igual calificación y experiencia, no acceden a dólares libres”, aclararon.
Otra medida que afectó al sector es la aplicación de derechos de importación al equipamiento informático -tablets y computadoras- que fue dispuesto en marzo de este año por el Decreto 136, y que incrementará el costo de los insumos tecnológicos de casi todas las industrias del sector.
“La sucesión de estas normas, unida a la turbulencia del contexto macroeconómico ampliamente conocida, denota la inexistencia de un ambiente favorable para la expansión de las industrias del conocimiento tal como ocurre en otros países. Tampoco se observa una estrategia unificada entre diferentes órganos del Gobierno (Secretaría de Economía del Conocimiento, AFIP, BCRA) para instrumentar las medidas dispuestas”, concluyó el informe de Argencon.
Cambios de hábito
En la Argentina, la rotación de personal de todas las industrias del conocimiento en la Argentina se mantuvo en niveles muy altos, superando en muchas empresas el 30% anual, aunque tuvo una “ralentización parcial” a partir del último trimestre del año en algunos sectores, como el informático, como consecuencia de la desaceleración de la demanda de la economía global.
Otra tendencia destacada por el sector es que durante 2022 las búsquedas laborales se abrieron a todo el territorio nacional por la irrupción del hábito del teletrabajo. “Varios gobiernos provinciales han lanzado intensos planes de activación de la economía del conocimiento local procurando radicar empleo digital en sus territorios”, explicaron.
O Resumo Semanal - Edición Nº 553 - 15 de Junio
Fuente: infobae.com 17.5.2023
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