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ING. JOSE IGNACIO VILLAVERDE BAILAN

Actualizado: 31 jul 2019

EL MAS JOVEN


Soy José Ignacio Villaverde Balián y esta es mi historia. Por mi lado paterno soy nieto de José Villaverde Pardo de la aldea de Queijas no Vilar Vello en Cerceda, Coruña y de Dosinda Fernández García de los Tecelan de la aldea de Guntián en la parroquia de Sofán en Carballo, Coruña. Por otro lado, si bien mi abuelo materno Eduardo Balián es descendiente de armenios, mi abuela Ana Lopez es nieta de los Seigal de Arteixo, Coruña.

Nacido en Montevideo, Uruguay en 1992, mis raíces me mantienen atado fuertemente a Galicia. Gran parte de mi infancia la pasé en el fondo de la casa de mis abuelos Dosinda y José en la que mantuvieron toda su vida en un trozo de leira. En ella cosechaban patacas, millo, coles, incluso criaban galiñas. Mi abuela me hacia tortilla y huevos fritos que parecían coloreados a pincel, haciéndome partícipe de un juego en contacto con la naturaleza que los galegos lo llevamos en nuestra genética. Recuerdo escuchar fascinado los relatos de mi abuelo, relatos de una Galicia mágica donde abundaban cuentos de raposos, lobos que se comían las ovejas, a besta de la casa que lo tiraba luego de fuertes brincos y de su servicio militar en África. Zapatero por oficio y el cual no le gustaba, había llegado con 25 años a Montevideo en 1951. Aquí comenzó como mozo de bar en Washington y Maciel, en Ciudad Vieja y al año y medio compró dicho bar, trabajando en él hasta que se jubiló. Por otro lado mi abuela vino con solo 19 años, reclamada por su hermano Jesús. Siempre sentí de mis tíos abuelos que a pesar de ser muy femenina y bonita, cargaba el carro con toxo a la par de un hombre.


Desde chico siempre tuve la idea de ser ingeniero en computación. Hoy en día soy ingeniero egresado de UDELAR, trabajo en una organización multinacional dedicada a exportar software al exterior y tengo la suerte de ser amante de mi profesión. En lo que refiere a mi posición laboral, cumplo un rol de liderazgo, manejando varios equipos. Si bien los desafíos técnicos me apasionan, siempre aporté un perfil empresarial a las organizaciones de las cuales fui parte. Esto se debe a que lo llevo dentro mío gracias al entorno en el cual fui criado.

AEGU siempre se vivió como un proyecto familiar en mi casa. Nuestra mayor preocupación es mantener la llama de la galeguidade para los que vienen detrás nuestro, porque los galegos después de alguna generación nos fundimos en el territorio donde nos encontramos. Como es probable que no queden pequeñas leiras para mostrar, sin lugar a dudas, que AEGU es una forma moderna y seductora para todo profesional y emprendedor de continuar con nuestras raíces galegas frescas y como sello distintivo de una genética que principalmente aporta trabajo, dedicación, honestidad, creatividad y magia.

Viendo a mi padre participar de múltiples actividades siempre tuve la inquietud de poder acercarme. Hoy debo decir que ya habiendo participado de cursos brindados y de numerosas charlas, AEGU me ha aportado mucho en lo que respecta a mi crecimiento profesional y humano, simplemente gracias AEGU.




O Resumo Edición Nº 284 - 9 de Junio de 2017

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