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La empresa en A Coruña que trabaja cuatro días a la semana:

«La gente cree que es imposible, pero lo mismo se decía del teletrabajo»

En Hack A Boss los empleados llevan dos años apagando el ordenador el jueves. Su fundador, Pablo Rodríguez, hace balance de este sistema la misma semana que el Gobierno anunció ayudas a las pymes industriales que lo apliquen


Pablo Rodríguez, fundador y CEO de Hack A Boss EDUARDO PEREZ

Es viernes y el común de los mortales apura las horas para colgar el hábito, la corbata o el tacón. Pablo Rodríguez, sin embargo, ya ha comenzado el fin de semana. La plantilla de Hack A Boss lleva unos dos años apagando el ordenador el jueves por la tarde, desde que en esta compañía de A Coruña se implantó un sistema con el que sueñan infinidad de trabajadores: la jornada laboral de cuatro días. Esta misma semana, el Ministerio de Industria convocaba un paquete de ayudas para las pymes industriales que incorporasen este sistema de trabajo que, algunos, consideran imposible. El fundador y CEO de esta academia de programadores hace balance de la experiencia en su empresa, avanzando que, aunque todos viven ahora mejor, este método tiene puntos ciegos.


«Nos planteamos esta opción para ser más efectivos; de hecho, la idea no era tanto empezar a trabajar cuatro días como apostar por la flexibilidad en el trabajo. En nuestro caso, trabajamos por objetivos o por proyectos y, con una buena organización, es perfectamente asumible tener un día más de descanso». Continúa Rodríguez: «Desde que se lo propusimos a la plantilla todo el mundo reaccionó genial, que era lo previsible, aunque en la práctica se vio que no todo es de color rosa». Se refiere a que esta debería ser una medida paliativa, que luchase contra la tiranía de la productividad y, sin embargo, en algún caso se convirtió, paradójicamente, en un desencadenante de estrés. «Durante los seis primeros meses hubo trabajadores, no muchos pero los hubo, que se agobiaron bastante, estaban angustiados por si no llegaban a tiempo a cumplir los objetivos, pero todo esto se fue solucionando».


En paralelo, Hack A Boss tuvo que hacer mil cambios. «Para empezar, hubo que incorporar herramientas que midiesen la productividad; por otro lado, teníamos que asegurarnos de que contratábamos a gente realmente eficiente que se adaptase a este sistema. También hubo que educar a los clientes, para los que ya no estaríamos disponibles los viernes y, lo más latoso, cambiar los procesos técnicos». Así, poco a poco los departamentos se fueron adaptando y haciéndose a este nuevo modelo que deja más tiempo libre a los empleados; eso sí, en el caso de que tengan sus tareas hechas el jueves.


Miel sobre hojuelas para la mayoría de empleados, Rodríguez reconoce que aún hay áreas de la compañía que no han podido sumarse a eso de trabajar cuatro días. Habla de la parte de ventas. «Aún no nos resulta factible, pero lo conseguiremos». Como ha conseguido, indica, duplicar los beneficios de Hack A Boss pese a que el grueso de la plantilla libra tres días. «Hablo con muchos compañeros del sector que les genera interés este sistema pero creen que es imposible, lo mismo se decía del teletrabajo hace unos años y mira ahora».


Pionero de la jornada reducida, lamenta que esta cuestión muchas veces se entienda como una moda. Según explica, genera un impacto positivo real en la compañía, tanto desde el punto de vista empresarial como humano. «El problema es que España es muy cortoplacista y necesitamos ver los beneficios ya. Eso es imposible».




O Resumo Semanal - Edición Nº 545 - 20 de Abril

Fuente: lavozdegalicia.es 16.4.2023

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