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Llamada al extranjero para cubrir la mano de obra de oficios en A Coruña

Los puestos con más salidas laborales corresponden a oficios de toda la vida, como albañiles, mecánicos o electricistas, junto a sectores como la hostelería, pero la escasez de perfiles formados y la falta de atracción de los jóvenes hacia esos puestos dificultan el relevo generacional



Servicios de comidas y bebidas, comercio, construcción, actividades sanitarias, reparación de vehículos de motor y fabricación de productos de metal son algunas de las actividades con mejores perspectivas de empleo, según el Informe de Tendencia del Mercado de Trabajo en España de este año, realizado por el Observatorio de las Ocupaciones del SEPE.


A pesar de la demanda de esos perfiles, los responsables de empresas de oficios y otros sectores de A Coruña no encuentran mano de obra. Detrás de la ausencia de personal están la falta de formación o los tópicos que pesan sobre algunos puestos, que no resultan atractivos para los jóvenes. Por ello, para cubrir las vacantes, los empresarios miran hacia el extranjero.


Oficios


Sin chapistas ni mecánicos. «Falta gente para mecánica, chapa y puntura y, especialmente, chapistas», dice Alberto Casteleiro Souto, asesor económico de la Asociación de Empresarios del Taller de Reparación de Vehículos de A Coruña (Atreve). La dificultad para encontrar trabajadores deriva, en su opinión de la falta de promoción de los ciclos de formación. «Ya no todo el mundo quiere ser universitario, pero creo que por parte de las Administraciones se deberían promocionar más esto cursos», dice Casteleiro, que añade: «Hay necesidad de personal, llamamos a los centros y no hay manera de conseguir gente. Los alumnos ya hacen prácticas en empresas que tienen convenio con los complejos educativos, pero el resto de talleres se quedan fuera». Ante la falta de personal local, desde la entidad buscan soluciones. «Hemos contactado con un bufete de abogados para ver acuerdos en la zona de Sudamérica y analizar la oportunidad de traer a gente de allí». El expresidente de la asociación y dueño de Talleres D3, Francisco Manuel Vales, considera clave mejorar el sistema de formación. «Los chicos que salen del ciclo de FP superior no tienen una experiencia real para desempeñar la labor acorde al salario fijado. Se está intentando paliar esto con la Formación Dual, pero el problema es que los centros escogen a los talleres y deberíamos poder tener una entrevista previa para ver cómo funcionan», comenta. Desde el CIFP de Someso, donde imparten, entre otros, los ciclos de Mantenimiento de vehículos, Carrocería y Electromecánica, indican que habitualmente reciben llamadas de profesionales solicitando alumnos. «Tenemos una alta demanda todo el año», dice Víctor Manuel Varela Mariño, director del centro en el que cuentan con más de un centenar de plazas entre los diferentes cursos de esa rama profesional.


Faltan albañiles. «Las compañías se encuentran inmersas en una problemática que impide cubrir las vacantes y nuevas incorporaciones a la hora de hacer frente o ejecutar los contratos, ofertando puestos que no es capaz de absorber el mercado nacional viéndose abocados a aumentar la contratación de extranjeros», indican desde la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción de A Coruña (Appeco), que aglutina a más de 170 empresas de la construcción y actividades afines. Por ello, acaban de llegar a un acuerdo con GSLint, consultoría y asesoría especializada en asuntos de movilidad internacional en diversos sectores. «El objetivo es facilitar la contratación de extranjeros en origen o que ya se encuentren en España», añaden desde la entidad. «Nos llaman mucho pidiendo perfiles de la rama de Edificación e Obra Civil, pero tenemos muy pocos alumnos», indica el director del CIFP Someso, que añade: «Estamos trabajando para concienciar a los chavales de que es una profesión con salida porque no les resulta atractiva», dice el director, Víctor Manuel Varela. En Someso hay unas sesenta plazas para cursar esas formaciones. La Fundación Laboral de la Construcción estima que la necesidad de trabajadores en Galicia de entre 2.000 y 3.000 trabajadores.


Pocos electricistas. El mismo problema lo tienen las empresas de instalaciones eléctricas. «A situación é mala. Somos 328 empresas da provincia coruñesa e agora mesmo un dos problemas é que non se poden asumir traballos porque non se atopa persoal cualificado para cubrilos», señala Rafael Suárez, presidente de la Asociación Provincial de Industriales Electricistas y de Telecomunicaciones de A Coruña. «No noso caso precisamos xente cualificada, non como nalgún outro sector que unha pequena formación teórica e práctica xa chega. Dende fai anos visitamos os centros onde se imparte electricidade, que na provincia son 13, para facer xornadas e animar aos rapaces a cursar estes estudos porque actualmente esta profesión ten boas condicións e saídas», apunta Suárez, que añade: «Un instalador eléctrico non é só estar sucio nunha obra, que tamén, pero realmente a maior parte dos nosos operarios están traballando en instalacións de vivendas., programando domótica, por exemplo, ou traballando na montaxe de tendas de Inditex». El presidente de la entidad comenta además que cuentan con una bolsa de trabajo para que los socios se apunten. «Cada vez cursanse menos estudos destes oficios e os que saen destas formacións xa o fan con traballo. Nese sentido estamos pillados, precisaríamos uns 200 ou 250 profesionais anualmente e non hai tantos alumnos». Genaro García, director del IES Rosalía Mera, indica que en el centro son 24 los estudiantes de primero del grado medio en instalaciones eléctricas y automáticas, y 15, los de segundo. «Los del último curso están realizando prácticas desde abril y hasta junio en empresas. Ya se suelen quedar a trabajar. Tenemos muchísimas llamadas buscando personal, también el resto de ciclos», señala García, que indica que «en la actualiza faltan perfiles profesionalizados». El resto de cursos que imparten, de áreas como Mecatrónica industrial, Madera y mueble, Fabricación mecánica y los de Artes gráficas, como preimpresión digital, tienen salida laboral. «Nosotros tenemos todas las plazas cubiertas», dice. No obstante, los estudiantes que salen formados del centro coruñés, no llegan para cubrir las necesidades actuales de las empresas. «Estamos analizando opcións para poder traer xente do estranxeiro mediante convenios, xa que o noso problema é inminente. Hai instaladores cumprindo xa os 65 anos e non teñen relevo», dice el presidente de los electricista coruñeses, que añade que «ás veces as empresas comparten proxectos por que non son capaces de encontrar esas tres ou catro persoas que precisan».


Alta demanda de soldadores. «Falta mucha mano de obra cualficada en el sector», comenta Hugo González, gerente de Soldacero, escuela que imparte cursos subvencionados de la mano del Ayuntamiento y de la Xunta. Actualmente, realizan uno municipal en el centro de empleo de Los Rosales. «Nos llaman muchas empresas buscando un perfil joven y con ganas de trabajar. Hay mucha salida para puestos en el extranjero, son trabajos muy bien remunerados, pero al tener que viajar, no todos pueden y por eso las empresas suelen preferir gente sin cargas familiares», explica. Por sus talleres pasan anualmente unas 80 personas.


Hostelería


Problemas para la campaña de verano. «Llevamos años arrastrando dificultades para encontrar personal», dice Héctor Cañete, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña. «Es algo que ocurre a nivel nacional. En nuestro caso, a través del programa Retorna Cualifica Emprego de la Xunta trajimos cinco contingentes de descendientes de gallegos con nacionalidad española. Eso palió la demanda en ese momento, pero no es suficiente para cubrir las necesidades actuales», explica Cañete, que a la pregunta cuántos locales buscan personal, responde: «Todos». Entre ellos, el restaurante Celeiro, en la Franja. «Llevo unos 15 días buscando un refuerzo para la cocina para verano. Buscaba un cocinero, pero es como es como buscar una aguja en un pajar. Por eso, voy a cambiar el plan y meter a una chica que lleva tiempo a ayudar con los platos fríos y buscar a otra persona como friegaplatos y ayudante, que será más fácil», dice su dueño, Antonio Celeiro. Para ese puesto, las solicitudes que ha recibido son de extranjeros. Sobre las condiciones, tanto él como Cañete defienden que actualmente los salarios no bajan de 1.500 euros al mes. «Cada vez hay más locales especializados por lo que el sector volverá a profesionalizarse», añade Antón Sáez, presidente de los hosteleros de la Marina. Para buscar personal, los responsables de los negocios llaman a las escuelas. «Nos piden gente siempre y no solo en A Coruña, de toda Galicia, pero la demanda supera la oferta», dice Pablo Sobrado, director del CIFP Paseo das Pontes. «Si tuviese 1.000 alumnos, creo que en 15 días estarían todos trabajando», señala Sobrado, que añade: «Hay estudiantes que salen con ofertas de 1.700 euros. Los que son buenos, también exigen a las empresas, ya que para nadie es atractivo un salario de 1.000 euros en una profesión en la que se trabaja fines de semana y festivos. Eso hay que pagarlo».


Manuel Pereira, de IDM Pereira: «He tenido que decir que no a proyectos por la falta de electricistas»


Está al frente de IDM Pereira, empresa creada en el 2010 dedicada al montaje y reparación de todo tipo de instalaciones de fontanería, electricidad, telecomunicaciones, calefacción, climatización, gas, iluminación y energías renovables. «No hay personal cualificado, hay que formarlo en la propia empresa para tener mano de obra, pero es un proceso lento», sostiene Manuel Pereira.

«He tenido que decir que no a proyectos por falta de electricistas, por ejemplo. Hay momentos con puntos altos de trabajo en los que nos encargan nuevas obras y tenemos que dejaras por no poder atenderlas. Si dices que sí, te arriesgas mucho a no poder cubrirlas y los trabajos a prisas no son buenas», señala el empresario, natural de Carballo.


Para él, la falta de profesionales de oficios deriva de que la gente joven «busca empleos con menos carga física y sin desplazamientos». Así, es consciente de que los trabajos que su compañía desempeña «no son atractivos para la juventud». «A priori, buscan salidas en el sector de la informática, el mundo digital, redes sociales, etc. Los viejos oficios, como el mío y el de pintores, carpinteros o mecánicos, ya no interesan», comenta Pereira, que destaca que ante la falta de relevo generacional muchas compañías están abocadas al cierre o a traspasar el negocio a bajo precio.


Sobre las condiciones actuales de los profesionales de su sector, considera que «son muy buenas». «Para el que cobra nunca es suficiente y para el que paga siempre es mucho», bromea el empresario, que añade que en la actualidad el salario medio de un electricista «es de 1.700 euros al mes». En su caso, cuenta con una plantilla de casi una veintena y subraya que ante la competencia entre empresas «porque no hay personal», opta por afianzar a su plantilla. «Al final un trabajador no mira solo el salario, sino cómo es la empresa, los compañeros, el ambiente... Entonces mis encargados tienen diferentes complementos salariales. Un buen trabajador es también el que es fiel».



O Resumo Semanal - Edición Nº 597 - 23 de mayo

Fuente: lavozdegalicia.es 19.05.2024

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