Ximena Lagoa lanzó Ximica desde una aldea de Lugo, una marca de calcetines sostenibles que triunfa en Estados Unidos
La vida de Ximena Lagoa transcurrió entre Venezuela, Madrid y Cereixa, una parroquia de A Pobra do Brollón. «Sin la casa de la aldea mi vida estaría vacía», asegura. Nacida en al país latinoamericano e hija de un lucense emigrado, en la pandemia sintió la necesitan de contar al resto del mundo lo que experimentaba cuando estaba en Galicia. Quería que fuese útil, como lo son «las pequeñas cosas» que vive en Lugo. «Supe que tenían que ser calcetines». Así que en enero de este año lanzó la marca Ximica, con una colección de calcetines sostenibles que encapsulan la esencia de Galicia.
Ximena vivió hasta los 18 años en Venezuela, pero desde los tres años se pasaba los veranos en Cereixa. Cuando se mudó definitivamente a España, vivió entre Madrid y Lugo. Desde hace dos años se estableció en Cereixa como directora de márketing del balneario Aguas Santas de Pantón. «Al principio aquí siempre estaba con mi familia, cuando quise conocer gente me sorprendí lo rápido que me aceptaron», cuenta.
La emprendedora, que vivió en Nueva York o Miami, se topó en Cereixa con unos amigos que rápidamente se convirtieron «casi en hermanos». Al asentarse en Lugo empezó a rondarle la idea de transmitir lo que era Galicia para ella: «Lo que es al campo, que lo pequeño es importante». Desde unos chupitos con los amigos en las fiestas tradicionales a bañarse en el río o subir a la montaña.
Hace un año y medio que esa ocurrencia se materializó cuando decidió concentrarse en calcetines. Ximena estudió un posgrado de moda de Nueva York, por lo que ya conocía el sector textil. «Los diseños empezaron siendo cosas muy concretas, como un espárrago, pero evolucionó hasta ser colores y formas más abstractas», explica. La emprendedora creó una colección de 16 pares de calcetines entre los que predominan los colores azul, verde, rojo o marrones. Para Ximena, son los tonos y las formas que le inspira Galicia.
Tanto la presentación en su página «Ximicashop», donde se pueden comprar, como los propios calcetines liga directamente el producto con la naturaleza. Esto también se debe a que Ximena tuvo claro que quería ser una marca sostenible. «El mercado ya está saturado, hay de todo, así que lo que quise es hacer algo de calidad».
Los calcetines están compuestos en un 90 % de algodón orgánico y se fabrican en Portugal. «Visitamos varias fábricas hasta que dimos con la que producía como nosotros queríamos, todo está cuidado». También el paquete en el que envían a domicilio los calcetines es una bolsa orgánica hecha en Italia y no se emplean plásticos.
Éxito internacional
La página web y las redes de Ximica están en inglés. «Dreamt in Galicia» (soñado en Galicia) es su lema. Lo cierto es que Ximena tiene mucha mayor proyección en el mercado internacional. «Me ha costado muchísimo vender en España, donde más éxito está teniendo la marca es en Estados Unidos», asegura. El mercado español le parece más complicado para este tipo de producto. Por una parte, a pesar de que son prendas atemporales, los empezó a comercializar cuando ya hacía calor. Por otra, cree que los españoles o los gallegos no le dan tanto valor a lo que representan porque «es algo que ya pueden vivir». Sin embargo, tiene que claro que para muchos extranjeros la vida en la aldea «es una idea a la que aspiran, es como quieren vivir». Así el verde de la montaña de Lugo y el azul del mar de Galicia representado en los calcetines llega hasta ellos.
O Resumo Semanal - Edición Nº 517 - 19 de Agosto
Fuente: lavozdegalicia.es 17.08.2022
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