¿Qué es un cero energético? Así se provocó el gran apagón que ha dejado a España sin luz

Un «incidente absolutamente excepcional» implicó la caída del sistema

Apagón total, y en la jerga del sistema, un cero energético. Eso es lo que sucedió en España a las 12.32 horas del lunes 28 de abril, en una jornada que ya queda para la historia negra nacional. Como si alguien tirase del cable del macroenchufe del país. Nada de suministro, un colapso que, en palabras de Eduardo Prieto, director de Servicios a la Operación de Red Eléctrica, se produjo tras «una oscilación muy fuerte en los flujos de potencia» que provocó la «desconexión del sistema peninsular eléctrico español». Fue, subrayó «un incidente absolutamente excepcional y extraordinario».

En el momento del corte generalizado, el sistema se desplomó de los 25.184 megavatios a los 12.425, esto es, más de 12.000 de descenso súbito. Esa pérdida repentina de tensión obligó a cortar la generación y el transporte eléctrico de manera controlada, pero masiva. «Se le llama la caída de la luz de toda la vida, que quiere decir que deja de haber tensión en los cables eléctricos del país», subraya Marcos Rupérez, profesor de OBS Business School. Pese a la complejidad del entramado energético nacional, el suministro de electricidad en el país depende de que a cada segundo casen la oferta con la demanda. Es decir, que las instalaciones de generación produzcan exactamente la electricidad que solicitan grandes industrias, empresas y domicilios. Un juego de equilibrios, en el que también hay que tener en cuenta que el flujo de los suministros puede oscilar.

Por ello, explica este experto, si súbitamente se produce un fallo en el sistema, o un desequilibrio en forma de bajada o subida acusadas en un área geográfica concreta «puede hacer que colapse toda una zona» y extienda ese desequilibrio hacia áreas. Si en esas circunstancias funciona el cortafuegos y se aísla el problema, se logra reducir el alcance, pero ayer «no hubo ningún mecanismo de corte que haya aislado el fallo», subraya Marcos Rupérez.

Sin conocer todavía las causas que pudieron motivar ese parón, el abanico de posibilidades no es menor, ni de forma cualitativa ni cuantitativa. Entre ellas, los fenómenos meteorológicos extraordinarios, como huracanes, nevadas o tormentas superlativas, que pueden dañar las infraestructuras eléctricas y los tendidos para distribuir la electricidad.

Como en cualquier incidente o accidente, el factor humano también es una posibilidad siempre está presente, que puede intervenir como desencadenante en un apagón de consecuencias mayúsculas.

Sobrecargas

Las sobrecargas en la red eléctrica son otras de las posibles causas que pueden derivar en el apagón energético. En momentos en los que se concentran altos niveles de demanda eléctrica pero la generación es insuficiente para dar respuesta a esa cobertura, también puede producirse el bloqueo.

En los últimos años, precisamente para incrementar la seguridad y la fiabilidad de las redes eléctricas, tantos desde el ámbito público como el privado, el sector se han intensificado los esfuerzos para extender la digitalización de las infraestructuras. Sin embargo, en ese contexto de creciente digitalización también se generalizan los ciberataques, que pueden poner en jaque los sistemas de control de los sistemas eléctricos.

Averías técnicas y fallos de operación en las infraestructuras de generación energética podrían originar el desenchufado del sistema.

Sin embargo, Eduardo Prieto ya advirtió ayer por la mañana que no se podía «entrar a especular en ese momento sobre las causas o sobre el origen del fallo», quien se centró en explicar que la reposición sería progresiva hasta lograr que todos los nudos del sistema estuviesen en operación para llevar el suministro hasta el último consumidor.

Producción fotovoltaica

Marcos Rupérez llama la atención, no obstante, del momento en el que se produjo el desplome energético, con un pico de «máximo producción fotovoltaica del año», una tecnología que, como las renovables, son difícilmente gestionables.

El mecanismo de reposición del servicio activado por Red Eléctrica puso el foco en las instalaciones con mayor velocidad de arranque: en primer lugar, las centrales hidroeléctricas, principalmente las reversibles (de bombeo), que actúan como auténticas despensas energéticas. De hecho, Iberdrola comunicó que se había repuesto el bloque de agua del Sil. También los ciclos combinados, que pueden estar en funcionamiento a plena carga en menos de una hora, y las plantas nucleares se encuentran entre las tecnologías de salida en ese plan de reposición.

El restablecimiento del servicio se lleva a cabo paulatinamente de forma escalonada, buscando el equilibrio entre la oferta y la demanda, y de ahí que en muchos casos, fuesen los consumidores cercanos a las plantas hidroeléctricas los que recuperaron primero el suministro.

Pero no solo Red Eléctrica activó planes de contingencia, sino también las compañías energéticas. A las siete de la tarde, Naturgy, que concentra la mayor parte de la distribución eléctrica en Galicia, comunicó que estaba «trabajando activamente con los operadores de los sistemas eléctrico y gasista para colaborar en la vuelta a la normalidad desde que se ha producido la interrupción de suministro», aunque sin aportar cifras.

Poco después, Endesa cuantificó en 3,5 millones los clientes que ya disponían de suministro —en Aragón, Cataluña, Andalucía y parte de Extremadura— y que, como el resto de las empresas del sector, priorizaron los servicios críticos, como hospitales e infraestructuras energéticas.

Enagás sostiene que el suministro de gas está «en situación segura»

Enagás, gestor del sistema gasista español, reaccionó ante el apagón general en el país y comunicó que atiende toda la demanda de gas natural, y garantizó el suministro. «Está en situación segura». No obstante, explicó que, como consecuencia del corte eléctrico, «se ha producido una reducción en la demanda de gas natural, estando el balance de entradas y salidas equilibrado». Para atender la situación excepcional, la empresa explica que ha activado los sistemas de emergencia necesarios para cubrir todas las necesidades del sistema. Enagás actúa, sin embargo, en coordinación con el operador eléctrico Redeia y con los operadores de otros países vecinos, Francia y Portugal.

Redeia, el gestor de casi 40 años de la red para el transporte de la electricidad

Sobre Redeia (Red Eléctrica de España) recae en estos momentos la responsabilidad de levantar la caída del sistema energético español. Se trata del gestor global de infraestructuras esenciales de electricidad y telecomunicaciones que fue fundada 1987 y que cambio de nombre y marca en el 2022 para reforzar su posicionamiento en la gestión y control de la red de transporte de electricidad. En la actualidad, es propiedad mayoritaria del Estado español a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), con un 20 % de participación. El resto del capital, un 70,22 %, está en manos de inversores privados en forma de capital flotante.

Presidida por Beatriz Corredor, la que fuera ministra de Vivienda en el Gobierno de Rodríguez Zapatero —justo cuando se produjo el estallido de la crisis financiera— le toca dirigir uno de los episodios más difíciles de la corporación.

Cambio de nombre

De hecho, el cambio que se produjo hace tres años era algo más que de imagen. Redeia pasaba a integra en sus filas a cinco filiales: Redinter (la nueva marca internacional), Reintel (telecomunicaciones), Hispasat (negocio satelital), Elewit (plataforma tecnológica del grupo) y Red Eléctrica de España (REE) (gestor del sistema eléctrico, y actividades de transporte y redes). De hecho, a finales del pasado mes de enero, Redeia Corporación llegaba un acuerdo con Indra para venderle su participación del 89,68 % que poseía en el capital de Hispasat por 725 millones de euros.

Con una plantilla de 2.400 personas, la corporación cerró el 2024 con unas inversiones superiores a los 1.100 millones de euros, de los que más de 900 se dedicaron al desarrollo y refuerzo de la red de transporte a través de la construcción de nuevas líneas, subestaciones y renovación de activos en todo el territorio español.

Fortalecer las interconexiones con los países vecinos, especialmente con Francia, a través del golfo de Vizcaya, y con Portugal por el norte, a través de Galicia, son otras de las apuestas en las que esta inmerso el operador, a la vez que involucrado en liderar la transformación ecológica y digital.

O Resumo Semanal - Edición Nº 639 - 30 de abril de 2025

Fuente: lavozdegalicia.es 28 de abril