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Vigo, la perla de Galicia. Una urbe que siempre deja huella

El mar abraza a Vigo y a los vigueses desde casi todos los puntos de la ciudad y se adentra en los sentidos del visitante.


Bella y excepcional donde las haya, Vigo es un auténtico edén natural con sus aguas mansas y un patrimonio marino inigualable del que disfrutar durante todo el año. Porque la ciudad olívica está entre las cinco ciudades con mejor clima de España. Un microclima de influencia subtropical dentro de una región lluviosa como es Galicia, que le permite contar con más días de cielo despejado y de temperaturas suaves todo el año.


Una ciudad que cose tradición y modernidad con el hilo de la sostenibilidad. Vigo sortea su empinada orografía con tecnología e innovación. Ascensores, escaleras y rampas mecánicas que acortan distancias, acercan a los ciudadanos y facilitan los desplazamientos peatonales. Es el Vigo Vertical, una iniciativa en pleno crecimiento con la que la urbe se coloca a la vanguardia de la movilidad sostenible. Los medios mecánicos en el entorno urbano no solo ‘allanan el terreno’, sino que también consiguen retirar vehículos de la calzada, reduciendo el impacto ambiental y acústico.


Su litoral nos regala un buen número de hermosas playas resguardadas del oleaje por la protección de la ría, entre las que destacan O Vao y Samil. Un lugar fascinante que parece sacado de una novela y lo cierto es que es uno de los marcos del clásico universal de la literatura ‘20 000 leguas en viaje submarino’. En él, el escritor Julio Verne narra que el secreto mejor guardado del Capitán Nemo está en Vigo, pues acudió a estas aguas en busca del tesoro de los galeones de Rande.


Vista aérea isla de Toralla

Sin duda, la Ría de Vigo es un tesoro. Su origen, su motor y su sello, su puerta de acceso desde mar abierto.


Vigo nació del azul del mar y del verde de los montes; su compromiso con el entorno es incuestionable. Es su razón de ser, su origen y su futuro, por ello camina hacia un modelo de ciudad inteligente y sostenible, que emplea la tecnología para ofrecer la mejor calidad de vida a sus ciudadanos y turistas, protegiendo su historia y su entorno natural. De nuevo, Vigo, la tradición, la modernidad, la sostenibilidad.


Playa do Mende y Ría de Vigo

Custodiada por las Islas Cíes, en proceso de convertirse en Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y alcanzar el máximo nivel de protección, estas poseen una riqueza paisajística extraordinaria y presumen de playas de arena blanca y aguas cristalinas, entre ellas, la considerada “mejor playa del mundo” por The Guardian: Rodas.


Ría de Vigo e Islas Cíes

En su Ría se han librado batallas históricas como la de Rande y han servido de abrigo a corsarios y marinos para fondear sus naves. Bajo esta duermen leyendas, barcos hundidos y grandes tesoros perdidos.


Anclas de los Galeones

El mar proporcionó gran parte de la riqueza con la que se levantó la industria y la ciudad. Es el que nutre su exquisita gastronomía; moldeando el entorno y el medio donde culturas, razas y lenguas conviven en una ciudad cosmopolita, la más grande de Galicia.


También posee tesoros más allá del océano o la industria. Tesoros dentro de sus murallas casi desaparecidas, como el Casco Vello, declarado de Interés Turístico Histórico, con sus calles empedradas, casas blasonadas y lugares simbólicos que reconstruyen siglos de historia entre sus muros. Merece la pena buscar cada plazoleta, subir y bajar calles y escaleras para disfrutar de todo lo que esta zona tiene que ofrecer.


O Berbés, antiguo barrio de pescadores y redes, conserva algunas de las características construcciones marineras, perfiladas con sus arcadas y soportales. En las inmediaciones nos topamos con la lonja de pescado de uno de los puertos más importantes de Europa.


Zonas como la Praza de A Pedra, con la estampa de las ostreiras ofreciendo estos ricos moluscos a los viandantes, o la calle de los Cesteiros, donde se pueden adquirir productos artesanos.


También podemos encontrar otros iconos como la iglesia neoclásica de la Colegiata (Concatedral de Santa María), donde se exhibe el Cristo de la Victoria, rebautizado así tras la victoria viguesa y expulsión de las tropas de Napoleón de la ciudad en 1809, hecho que se rememora cada 28 de marzo en la fiesta de A Reconquista, nombrada Fiesta de Interés Turístico Nacional. O la animada Praza da Constitución, su recoleta Praza da Princesa, la Praza de Almeida o la Casa de Arines, actual sede del Instituto Camôes.


La Porta do Sol y su monumento del Sireno es otro punto neurálgico. Desde allí nos podemos desplazar a los principales lugares de interés, como a la calle Príncipe, milla de oro comercial.


Porta do sol y estatua del Sireno

Podrás sentir el legado de una urbe con sabor marinero en el barrio de Bouzas, donde el acelerado ritmo vigués se detiene y uno parece entrar en un tiempo pasado y relajado. Cerca de Bouzas podremos encontrar la villa de Toralla en la Finca Mirambell.


Inigualables son sus zonas verdes como O Castro, lugar de nacimiento de la ciudad entre los siglos II a.C y III d.C, ubicado en una loma donde se conserva un yacimiento musealizado. Pero el tesoro de O Castro está dentro de los muros de su fortaleza del siglo XVII, con sus hermosos jardines salpicados de esculturas como el monumento a Vigo de Camilo Nogueira Martínez o el homenaje al poeta medieval Martín Códax.


Monte do Castro

El parque de Castrelos comprende el Pazo Museo de Quiñones de León y sus elegantes jardines de corte francés e inglés.


Parque de Castrelos

Merece la pena visitar el Museo de Arte Contemporánea MARCO, la Casa das Artes, la Pinacoteca Francisco Fernández del Riego y la Casa Galega da Cultura y el Museo del Mar de Galicia.


Museo del mar

Esto y mucho más es Vigo. Una urbe moderna, emprendedora y abierta al mundo


O Resumo Semanal - Edición Nº 518 - 26 de Agosto

Fuente: revistatierrapontevedra.com

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